Color, naturaleza y arquitectura unen Las Palmas de Gran Canaria y la ciudad carioca en el escenario del Carnaval de «Una noche en Río»

Color, naturaleza y arquitectura unen Las Palmas de Gran Canaria y la ciudad carioca en el escenario del Carnaval de «Una noche en Río»

Las Palmas de Gran Canaria, jueves 20 de diciembre de 2018.- Un espacio donde surgiera el hermanamiento entre las dos ciudades que este año conecta nuestro Carnaval: Río de Janeiro y Las Palmas de Gran Canaria. Con esta idea empezó a trabajar hace tres meses Carlos Santos en la escenografía que presidirá el Carnaval 2019 de la capital grancanaria. Y en el desarrollo de la idea, la arquitectura y la naturaleza como elementos unificadores. En el escenario del Carnaval de «Una noche en Río» (15 de febrero – 10 de marzo), «la puerta central, elemento principal de la composición, parece flotar sobre un cielo panorámico y envolvente, llevándonos a vivir, exactamente, una noche en Río».

La concejala de Carnaval, Inmaculada Medina, acompañada por el director artístico de la fiesta, Israel Reyes, y el escenógrafo Carlos Santos, ha presentado esta mañana el escenario en la sala de cine del Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología, en el mismo parque Santa Catalina.

Como novedad, en 2019 regresa al recinto de la fiesta la pasarela que permitirá a las candidatas a Reina lucir sus fantasías cerca del público, pasarela que se extenderá desde el escenario hasta la torre de control ubicada en la parte central de la grada, cuya disposición busca, por su parte, la estructura de un anfiteatro. Allí mismo, otra puerta «dialogará», en palabras del propio Santos, con la puerta central del escenario.

Madera, hierro, corcho, pintura, policarbonato… son los principales materiales que se emplearán en ejecutar esta idea en la que Carlos Santos ha trabajado mano a mano con el director artístico de la fiesta, Israel Reyes. Brasil y la ciudad carioca estarán presentes, así mismo, en la paleta de colores de la escenografía, en donde a pesar del predomino del azul, el tratamiento y la composición permitirán que destaquen los colores más representativos del país de la samba y la bossa nova, el verde y el amarillo.

Las referencias a Brasil y a la ciudad de Río de Janeiro son una constante en un escenario que ha sido presentado por Israel Reyes como «más conceptual y menos narrativo». «No se trata de recurrir a iconos obvios, sino de viajar al origen del Carnaval y rendir tributo a Río, a través de referencias muy sutiles y al mismo tiempo reconocibles», señaló el director artístico de la fiesta.

Así, sobre los laterales del espacio escénico se levantan sendos elementos cúbicos: uno evocando a los Riscos de la capital grancanaria, y el otro a las favelas de la ciudad carioca. La pasarela fácilmente se convierte en la orilla de una playa que bien podría ser una de las afamadas playas cariocas o Las Canteras. El diseño de La Orla de Copacabana y su paseo marítimo empedrado en mosaico, obra del arquitecto y paisajista Roberto Burle Max se dibuja en distintos puntos del escenario, y las referencias ornamentales a otro de los brillantes arquitectos de Río como Oscar Niemeyer están presentes a través de la abstracción.

Para Inmaculada Medina, también el escenario en su conjunto es «un homenaje al Carnaval de Río de Janeiro, un juego de miradas que se cruzan y se reconocen en el color y el ritmo de la fiesta, y en la alegría y espíritu de su gente».

Asimismo, la concejala de Carnaval señaló que «esa mirada al origen de la fiesta se hace como tributo a uno de los espectáculos más importantes de América, el Carnaval más importante del mundo, la manifestación evidente de la cultura carioca, justo en un momento en el que el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria se encuentra en el camino de lograr la declaración de Fiesta de Interés Turístico Internacional, en 2022».

Respecto a las medidas del gran escenario del Carnaval, éste cuenta con una superficie de 20 x 40 metros sobre la que se dispone una escenografía que alcanza en su punto más alto 20 metros de altura con respecto al suelo y 18’5 metros con respecto al suelo del propio escenario. Además, dos pantallas con una superficie total de 147 m2 permitirán al público no perder detalle de cuanto suceda en las tablas.

Para Carlos Santos Cabrera (Las Palmas de Gran Canaria, 1986) éste será su estreno como escenógrafo de la gran fiesta capitalina. En la trayectoria de este profesional, licenciado en Arquitectura por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, destacan sus múltiples trabajos operísticos y teatrales. Santos se formó en escenografía, vestuario e iluminación para teatro, cine y televisión en la Facultad de Bellas Artes de la Complutense de Madrid y desde entonces (2012) ha realizado decenas de trabajos tanto para ópera, zarzuela y teatro como para televisión. Entre sus últimas escenografías destacan las realizadas para la 50.ª temporada de Ópera de Las Palmas de Gran Canaria, La fille du regiment, La forza del destino y Trouble in Tahiti y Gianni Schicchi; La hija del mestre, estrenada en 2018 en el Pérez Galdós, dos ediciones del Don Juan Tenorio (2015, Jorge Reyes, y 2016, Carlos Alonso) o Siempre Alice, que dirigió Víctor Formoso y estrenó el Teatro Cuyás. Carlos Santos es, además, profesor de Escenografía en la Escuela de actores de Canarias.

Author: J.A.D

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